Conchita, la maestra «inolvidable» a la que quieren homenajear dando su nombre a un colegio de Oviedo

Cristina Centeno
Cristina Centeno REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

Conchita junto a un grupo de alumnos.
Conchita junto a un grupo de alumnos.

Un grupo de padres, antiguos alumnos y profesores ponen en marcha una iniciativa para que el Ceip Villafría pase a llamarse Concepción García Fernández. Una forma de agradecer el trabajo de una docente que falleció recientemente dejando una huella imborrable

12 abr 2024 . Actualizado a las 09:35 h.

Hay maestras inolvidables. Docentes que se convierten en una pieza fundamental de la niñez y que caminan al lado de cada uno de sus alumnos. También de sus familias, dejando una huella imborrable de una de las etapas más enriquecedoras a nivel educativo. Una de ellas fue Concepción García Fernández, Conchita, quien ejerció «una ejemplar labor pedagógica» durante toda su trayectoria. Falleció a finales del año pasado a los 72 años, dejando un poco huérfanos a varias generaciones de asturianos que tuvieron la suerte de encontrarse con ella en el colegio. 

Como homenaje póstumo a su labor, un grupo de padres, antiguos alumnos y profesores se han unido para liderar una iniciativa que pretende que el Colegio de Educación Infantil y Primaria Villafría, en Oviedo, pase a llamarse Maestra Concepción García Fernández. En ese centro de la capital asturiana desarrolló gran parte de su actividad docente. Estuvo cerca de dos décadas, antes de pasar sus últimos meses laborales en las Escuelas Blancas de San Lázaro. 

Nieves Muñiz es una de las impulsoras de este proyecto y explica los motivos: «Influyó tanto en el centro que todo el mundo está con muchas ganas de hacer algo en señal de agradecimiento por toda su labor». Ella, igual que todos los firmantes que han apoyado esta campaña, creen que Conchita era una docente especial. «Era una profesora que traspasaba su labor como educadora hasta el punto de que no solo educaba a los niños, casi nos educaba a los padres también», cuenta.

La maestra Concepción García Fernández, «Conchita».
La maestra Concepción García Fernández, «Conchita».

Sobre las razones que la convirtieron en alguien inolvidable, añade: «Estaba pendiente de todo el mundo. Tanto sus alumnos como los que no lo eran la conocían y ella los conocía también, a ellos y a sus familias. Sabía quién no podía venir a clase, de quién era el jersey que había aparecido tirado en el patio, llevaba a los niños al comedor y estaba pendiente de que comiesen los que eran malos comedores, les acompañaba al autobús escolar y organizaba actividades para que participase toda la comunidad educativa, salidas a la naturaleza, a ver los monumentos prerrománicos, a la Catedral…»

En definitiva, Conchita transmitía a sus alumnos desde edades muy tempranas «los valores de la convivencia, del respeto y de la solidaridad», todo ello con «extraordinaria dedicación, profundo compromiso e intensa implicación en la enseñanza». Por eso este grupo de personas creen que la mejor idea para que nunca se olvide su labor docente es que dé nombre al colegio de Villafría, cuya nomenclatura actual se refiere a la zona de Oviedo en la que está ubicado

Antes de dar clase en este centro, Concepción García Fernández fue también maestra rural. Entre otros lugares, estuvo en el colegio de Grullos, en Candamo. Nieves Muñoz asegura que cada vez que volvía las muestras de cariño eran continuas. «Dejó tal huella que contaba su hermano que había ido algunas veces con ella por allí y bajaban los padres corriendo a saludarla, alumnos que ya tenían 30 años la abrazaban y le decían que no se habían olvidado de ella», dice.

A su juicio, que el colegio pase a llamarse Maestra Concepción García Fernández también es una forma de reconocer el trabajo de los docentes que, como Conchita, se desviven por sus alumnos, convirtiéndose en una «representante» de todos ellos». Además, según han investigado desde este grupo, hay varios centros educativos en Asturias que tienen nombres de docentes y solo uno se refiere a una maestra, mientras que los demás son de hombres. Un motivo más para que se escuche su iniciativa.

Los pasos para que se haga realidad

Una vez ideada la forma de homenajear a Conchita, Nieves Muñoz asegura que se pusieron en contacto con su familia para ver si estaban de acuerdo. «Lo primero que hicimos fue pedir su permiso, porque cuando nos enteramos de que había fallecido se nos ocurrió hacer algo, y qué mejor que el colegio de Villafría llevase su nombre. Les pareció bien y nos dijeron que para adelante, que muchas gracias y que estaban encantados con la iniciativa».

Tras conseguir el visto bueno del núcleo familiar de la maestra, se pusieron manos a la obra. Constituyeron un grupo que no ha parado de crecer, después hablaron con el centro e iniciaron una recogida de firmas para hacer llegar la petición al Principado, ya que «la Consejería de Educación es la que tiene la última palabra». 

Conchita fue de esas maestras que dejan huella generación tras generación por su implicación en la educación.
Conchita fue de esas maestras que dejan huella generación tras generación por su implicación en la educación.

Nieves Muñoz confirma que se han reunido con el director del centro y está de acuerdo con la iniciativa, aunque tiene que ser el Consejo Escolar del actual Ceip Villafría el que dé el visto bueno definitivo al cambio de nombre. «En esas estamos, esperando a que se reúnan. Enviaremos un escrito oficial para que se tenga en cuenta la petición», afirma.

Mientras tanto, suman más de 300 firmas en la campaña que han iniciado en la plataforma Change.org y otras tantas en papel. También han habilitado una página de Facebook titulada Recordando a Conchita para canalizar las muestras de cariño y apoyo. «Hay mucha gente que nos llama y quiere apoyar la iniciativa. Incluso desde Mallorca nos contactó una persona que quería firmar y la gente está emocionada, yo hablo con gente que se le caen las lágrimas al recordarla», confiesa.

Concepción García Fernández tenía 72 años cuando falleció a causa de «una enfermedad muy rápida» que hizo que sus seres queridos no tuvieran tiempo de mentalizarse de la pérdida. Su labor docente sigue estando muy presente en todos los que se encontraron con ella a lo largo de toda su trayectoria profesional.