Estos días visitaron Galicia los más altos representantes diplomáticos de Ucrania en España, invitados por diversas entidades públicas y privadas, justo cuanto soplan vientos de esperanza para Ucrania tras la aprobación de la ayuda histórica de EE.UU.
Con ocasión del segundo aniversario de la invasión rusa de Ucrania, The New York Times publicaba un artículo de Rajan Menon titulado «Putin ya perdió». El reputado politólogo, especializado en Rusia y Eurasia, afirmaba que «la guerra de Putin ha sido un fracaso». El razonamiento se ciñe a lo que debe entenderse por ganar la guerra. Según la máxima prusiana de Clausewitz, la guerra es un medio para lograr fines políticos concretos. ¿Qué fines políticos perseguía Putin?
Putin perseguía, al menos, el derrocamiento del Gobierno legítimo de Ucrania y recuperarla para la órbita del Kremlin, como en los tiempos de su añorada URSS. Recordemos que la invasión se inicia con múltiples frentes por el norte, el este y el sur de Ucrania. El objetivo era toda Ucrania. A los pocos días, las tropas ucranianas frustraron la toma de Kiev, y a las pocas semanas los rusos ya se estaban replegando hacia el este y el sur.
Putin quería así ampliar el espacio vital de Rusia, concepto imperialista ensalzado por Hitler con su Lebensraum, sobre el que construir la Gran Rusia del XXI que había prometido cuando accedió al poder en 1999. Una de las grandes falacias sobre las que basó la guerra es la matraca de la ampliación de la OTAN y la humillación de Rusia.
La ampliación de la OTAN siempre fue una preocupación rusa, pero es falsa esa promesa de no ampliación. Al contrario, la Rusia de Yeltsin aceptó la ampliación de la OTAN en el Acta Fundacional de 1997 (el histórico acuerdo OTAN-Rusia); y la Rusia de Putin cooperó durante muchos años con la OTAN ampliada. ¿Saben cuántas veces se amplió la OTAN desde la desintegración de la URSS hasta el gran acuerdo OTAN-Rusia? Ninguna.
Ucrania lleva meses escasa de munición, de armas y de soldados, pero Rusia apenas ha logrado avances en el frente. La gran ayuda aprobada por EE.UU., la que debe llegar de la adormilada UE y otros países, y la reciente ley de movilización auguran un fortalecimiento de Ucrania en cuestión de semanas. Si Rusia no puede avanzar ante una Ucrania vulnerable, ¿qué conseguirá ante una Ucrania fortalecida?
Putin no ha logrado ocupar Ucrania ni derrocar a su gobierno, y militarmente está empantanado y arrinconado por tierra, mar y aire. Ha logrado fortalecer a Ucrania, a la UE y a la OTAN. Nadie sabe qué pasará, pero, entrados en el tercer año de guerra, Putin ya perdió. Ucrania ya ganó.